¡No puedo creer que ya estoy en el tercer trimestre de mi segundo embarazo! Siento que a veces el tiempo se va volando, pero al mismo tiempo que aún falta mucho para llegar a término.
He estado enfocando mis energías de escritura para escribir para el blog de Project Alive & Kicking. Fui invitada para escribir mis vivencias mes por mes, lo cual me ha hecho muy feliz de poder compartir mis experiencias.
Sin duda, cada embarazo es diferente, y las experiencias, aunque a veces parecidas, no son las mismas. Al día de hoy tengo 29 semanas de embarazo, y ya faltan 8 semanas más para llegar a término, y 11 para llegar a mi fecha estimada de parto. ¡Increíble!
Asimismo, todos en el mundo estamos experimentado la pandemia del Coronavirus de distintas formas. En mi caso, mi familia y yo hemos sido cuidadosos con el distanciamiento social, y con el quedarnos en casa. El estar embarazada en tiempos de pandemia nos pone aun más en riesgo, ya que tenemos defensas bajas por el simple hecho de encontrarnos en la dulce espera.
Primer Trimestre
Al inicio de mi embarazo presenté sangrado debido a que tenia un hematoma subcoriónico, el cual, gracias al cielo, se disolvió. Todo siguió bien después, aunque desde marzo ha sido difícil acudir a las citas sin compañía de mi esposo ni de mi hijo, Robbie. Asimismo, durante este primer trimestre acudimos a una cita con una especialista de medicina materno-fetal. Cuando estaba embarazada de Robbie desarrollé una condición llamada Colestasis Intrahepética del Embarazo (ICP, por sus siglas en inglés), la cual ocurre por un desorden del hígado, e inmediatamente convierte tu embarazo a uno de alto riesgo. Otra razón para visitar a esta especialista es porque Robbie nació prematuro de 33 semanas de gestación, y hablaríamos sobre el tratamiento adecuado durante este embarazo, que es el uso de progesterona, principalmente.
Segundo Trimestre
Creo que debido a la pandemia, a las citas por videollamada, y al tratamiento de progesterona que comencé desde la semana 16, entre otras cosas, el segundo trimestre se me hizo algo eterno. Desde la semana 16 de gestación comencé tratamiento de progesterona para ayudar a evitar a que este embarazo sea prematuro. Robbie nació de 33 semanas sin razón aparente, y es por lo mismo que incluso desde el día siguiente de que él nació, mi anterior ginecóloga me hizo saber que para el siguiente embarazo debería de usar este tratamiento. Me ponen inyecciones semanales en la clínica en mis brazos, alternándolos cada semana. Tengo que acudir sola a estas citas, gracias a la pandemia.
Tercer Trimestre
¡Qué bendición es llegar a las 28 semanas de embarazo! Y ahora ya casi tengo 30. Me siento fuerte y confiada de que todo seguirá bien en el resto de mi embarazo. No he subido mucho de peso, y mi ginecóloga me ha felicitado. Dice que las mujeres batallan más para subir el peso adecuado en embarazos subsecuentes. Además que es en este trimestre cuando los bebés crecen al doble o casi triple de lo que han pesado hasta ahora, hasta llegar a término. Siento que ahora este bebé me va a comenzar a cansar aún un poco más, ¡jaja! Pero bueno, creo que es la combinación del embarazo, de hacerme cargo de Robbie, y de la casa.

Por ahora no queda más que esperar, confiar en que todo seguirá bien, seguir alimentándome sanamente (sin contar algunos antojos), y mantenerme muy bien hidratada. Gracias al cielo ICP no ha vuelto, aunque esporádicamente si he presentado síntomas. Espero que así siga, así como espero también que este bodoque se aguante en la panza unas 7 semanas mas mínimo.